
Dentro del programa Radia
Redacción
Una decena de empresas líderes del sector tecnológico colaborarán en la quinta convocatoria del Programa Radia, apoyada por Indra Group e impulsada por Fundación ONCE, Fundación CEOE y la Conferencia de Consejos Sociales de las universidades españolas, acogiendo a las 42 mujeres con discapacidad que están participando desde el pasado octubre.
Entre las empresas colaboradoras figuran Accenture, Amadix, Telefónica, Airbus, Questglobal y Hack By Security, donde las alumnas ponen en práctica los conocimientos adquiridos en materia de inteligencia artificial y data, así como ciberseguridad.
El nombre de las compañías incorporadas a la iniciativa se dio a conocer este lunes durante la jornada celebrada en Fundación ONCE, bajo el título ‘Real Work Programa Radia’. El acto contó con la presencia de Ángel Sánchez, director general de la Fundación CEOE; Antonio Abril, presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de las universidades españolas; Patricia Sanz, vicepresidenta de Igualdad, Recursos Humanos, Cultura Institucional e Inclusión Digital de la ONCE, y José Luis Martínez Donoso, director general de Fundación ONCE.
En su intervención, Sánchez destacó la importancia del trabajo conjunto de distintas instituciones para concebir y emprender iniciativas como esta, que refuerza el compromiso empresarial y el valor social de las empresas.
«Este equipo de tres (Fundación ONCE, Consejos Sociales de las Universidades y Fundación CEOE) demuestra que el éxito es siempre colaborativo», aseguró Sánchez, quien afirmó que Radia es un «modelo oportuno, fiable y válido».
Abril acentuó que el programa ha conseguido identificar y superar tres retos del empleo actual: la ausencia de orientación laboral en los estudiantes, la falta de formación en competencias y capacidades profesionales y la dificultad de acceso al mercado en condiciones dignas.
Además, destacó de la filosofía de Radia su diversidad, no solo académica, sino también vital por parte de las alumnas, lo que, según dijo, pone de manifiesto que la tecnología no es un ámbito reservado para unos pocos, sino que es accesible para todos los perfiles.
Finalmente, Sanz puso el acento en la importancia del programa para generar segundas oportunidades. «Es un ejemplo claro por la apuesta de las segundas oportunidades, como demuestra el hecho de que sus alumnas son mujeres con discapacidad sobrevenida que tienen un objetivo común: apostar por reinventarse mediante su inserción social y laboral».
En la última fase de Radia, denominada Real Work, las seleccionadas reciben una formación digital y están apoyadas por profesionales para realizar prácticas en las empresas anteriormente mencionadas.
El nivel de impacto del programa se pone de manifiesto con el hecho de que entre las cuatro ediciones han participado un total de 221 alumnas, de las cuales 61 han encontrado un empleo, mejorado sus condiciones laborales o han emprendido una vez finalizado el periodo de formación.